¿ Quién inventó el estetoscopio ?
En la historia detrás del estetoscopio se mezcla lo trágico, lo cómico y lo literario
En 1786, en el municipio noroccidental de Quimper, Francia, un niño de cinco años quedó huérfano cuando su madre murió de tuberculosis. Mientras emitía la última de esas respiraciones entrecortadas de los pulmones sangrantes que debían haberla acosado durante meses o años, tal vez el pobre René abrazó a su madre con fuerza, presionando su cabeza con fuerza contra su pecho, y en ese momento deseó fervientemente que él pudiera haberlo hecho. Haber hecho cual cosa para salvarla …
Durante los próximos siete años, el pequeño René sería criado por su tío abuelo, un sacerdote. Y en esa fría abadía de piedra bajo estricta observación religiosa, la naturaleza piadosa del niño se formaría para siempre.
A los 12 años, René Theophile Hyacinthe Laennec fue enviado a entrenarse en medicina con su tío, Guillaime-François
A los 12 años, René Theophile Hyacinthe Laennec fue enviado a entrenarse en medicina con su tío, Guillaime-François. A partir de ese momento, mostrando una gran aptitud y una dedicación a la curación, René se convirtió en un respetado médico parisino en el Hospital para Niños Enfermos Necker-Enfants Malades, quien fue pionero en el diagnóstico de enfermedades del pecho.
Fue durante este tiempo, en 1816, cuando observó a algunos niños jugando con una pequeña pipa hueca. Sosteniendo un extremo en sus oídos, rascaron el otro extremo con un alfiler y luego se reían cuando el sonido amplificado resonaba en la tubería.
Sin pensarlo, René fue a sus consultorios para encontrar a una joven que se quejaba de dolores en el pecho que lo esperaban. Lo que pasó después cambió todo.
Hasta ese momento, los médicos practicaban algo llamado ‘percusión’. Al presionar la oreja contra los cofres de los pacientes y golpearse los dedos con fuerza, podrían notar un cambio en la resonancia en las cavidades del cuerpo para ayudar a formar ciertos diagnósticos. Sin embargo, en este caso, al ser un hombre devoto y religioso de disposición prudente, el buen médico se enfrentó a un enigma inmediato.
Verás, la joven no solo presentaba una tos desagradable, sino que también estaba muy bien dotada de glándulas mamarias. Al temer el infierno y la condenación, René no podía aplastar sus oídos contra sus pechos.
¿Solución? Robar la idea detrás de la pipa de los niños.
El invento inicial de René consistía en un simple tubo de madera con un extremo abombado, similar a una trompeta de oreja o un trabuco de estilo steampunk. Lo apodó el estetoscopio – derivado del griego ‘stetho’ (pecho) y ‘scopos’ (examen) – y así nació la práctica de la auscultación (que significa ‘escuchar’), y con ello una reconceptualización de la medicina.
En 1840, el médico británico Golding Bird, que sufría de mal reumatismo, adaptó el diseño para incluir un tubo flexible para que no tuviera que inclinarse.
Doce años después, un médico irlandés llamado Arthur Leared desarrolló un prototipo de dos orejas, y este diseño binaural fue perfeccionado en 1852 por George Philip Cammann para la producción en masa, junto con un tratado definitivo sobre la auscultación.
Desde entonces, se han realizado otras mejoras alrededor de los materiales, el peso y, lo que es más importante, la acústica. El modelo estándar Rappaport-Sprague de la década de 1940 era de dos caras, lo que permitía diferentes frecuencias auditivas para el sistema respiratorio en comparación con el sistema cardiovascular. Luego, a principios de la década de 1960, el nuevo estetoscopio del profesor David Littmann de Harvard proporcionó una gama significativamente más amplia de sonidos fisiológicos.
En 1999, DRG Puretone de Richard Deslauriers se convirtió en el primer estetoscopio externo para reducir el ruido. Si bien algunos sostienen que las tecnologías radiológicas modernas y el ultrasonido han hecho que los estetoscopios se vuelvan cada vez más obsoletos (y en el campo del diagnóstico cardiológico, esto es cierto), muchos médicos todavía emplean la auscultación para realizar un diagnóstico temprano, especialmente en regiones donde el acceso a dicha tecnología médica es limitado. Por ejemplo, para ofrecer estetoscopios más baratos a las comunidades del tercer mundo, el Dr. Tarek Loubani desarrolló un estetoscopio de fuente abierta con impresión 3D basado en el modelo de Littmann en 2015.
En cuanto al tímido Dr. René Laennec, murió a la temprana edad de 45 años, apenas 10 años después de que su invento cambió la medicina para siempre. Inmortalizado aún más, Laennec reaparecería casi un siglo después como un médico heroico en el libro de fantasía de Rudyard Kipling Recompensas y hadas. Por lo tanto, el niño pequeño que no pudo salvar a su madre moribunda siguió salvando a otros millones en virtud del poder de diagnóstico temprano de su estetoscopio.
- Lisfranc, Jacques (Autor)
